Ya no estoy sola...
la noche y la soledad me acompañan.
No dejo de observarlas...
Sordos mis pensamientos
enmudecen , se tornan secos.
Tu furtiva ausencia se desgrana
y como estrellas lejanas,
que como tú, nunca alcancé,
enredadas en mi pelo,
anhelantes de un aroma,
esperan ansiosas el alba
para luego, derrotadas,
poder desaparecer.
Lorey
encierro
-
Da vueltas por su habitación, escucha el tic tac del reloj, quiere sonreir
y no puede. El gato, cansado de frotarse en sus piernas sin recibir una
caricia,...
Hace 7 años
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